El mandamiento acerca de la comida

Debemos distinguir claramente el mandamiento correcto acerca de la comida. Hoy existen diferentes enseñanzas con respecto de lo que debemos o no debemos comer para ser salvos. Sin embargo, la biblia nos enseña claramente el error de las doctrinas que hoy mandan no comer ciertos alimentos considerados “inmundos” o como “contaminantes” para nosotros, señalándolas como “doctrinas de demonios” ¿Qué pasaría si siguiéramos alguna de estas doctrinas?
No añadir, ni quitar a la palabra de Dios
En cualquier época, el pueblo de Dios es bendecido y salvo solo cuando obedece las palabras de Dios. Es por eso, que la biblia enseña directamente que debemos considerar la palabra de Dios como absoluta, es decir, no añadirla ni quitarla según nuestro propio pensamiento.
Ap. 22: 18-19 “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
Respecto de cualquier asunto debemos tener la misma precaución, ya que nuestra salvación estaría en riesgo en caso de que no tengamos estas palabras en cuenta. Además debemos tener presente la época en la que vivimos, ya que Dios ha dado mandamientos diferentes en cada época, podríamos errar guardado el mandamiento que corresponde a una época diferente a la nuestra.
El mandamiento acerca de la comida en cada época
La comida en la época del huerto del Edén
Si nos ceñimos a las enseñanzas respecto de la comida, debemos analizar el cambio que Dios ha hecho a este mandamiento en las diferentes épocas. En orden cronológico, primero debemos comprender el mandamiento dado en la época de Adán y Eva.
Gn. 1: 29 “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.”
Por lo tanto, en los tiempos de Adán y Eva, comer solo vegetales o “ser vegetariano” era obedecer la palabra de Dios y recibir su bendición. Pero, eso era para esa época y no tiene relación con nosotros.
La comida en la época de Noé
Durante más de mil años, desde Adán el pueblo de Dios comía solo vegetales, según la voluntad de Dios. Pero ¿Qué ocurrió después del diluvio?
Gn 9: 3-4 “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.”
Desde el momento en que Dios pronunció estas palabras a Noé ¿Qué debía hacer el pueblo de Dios? “todo lo que se mueve y vive” significa que desde ese momento los animales también eran dados para alimentarse. Por eso, los que querían recibir la bendición de Dios debían dejar el mandamiento de comer solo vegetales y comenzar a comer carne, según la palabra de Dios. ¿Qué habría pasado si Noé hubiera dicho a Dios: “no puedo comer carne porque he comido solo vegetales durante toda mi vida”? ¿Hubiera podido recibir la bendición de Dios?
La ley de la comida en la época del Moisés
Pese a que a Noé se le dijo que podía comer “todo lo que se mueve y vive”, en los tiempos de Moisés Dios dio una ley estricta por medio de la cual hacía una división entre los animales cuya carne se podía comer, considerados limpios, y aquellos inmundos cuya carne no se podía comer.
Lv. 11: 1-8 “Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciéndoles: Hablad a los hijos de Israel y decidles: Estos son los animales que comeréis de entre todos los animales que hay sobre la tierra. De entre los animales, todo el que tiene pezuña hendida y que rumia, este comeréis. Pero de los que rumian o que tienen pezuña, no comeréis estos… También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; los tendréis por inmundos.”
El pueblo de Dios, desde ese momento, debía comer solo animales limpios para recibir la bendición de Dios. Esto era la obediencia a la palabra de Dios. Los que comían animales inmundos o tenían contacto con ellos o sus cuerpos muertos, eran considerados inmundos también, por lo cual no podían recibir bendición hasta purificarse.
Acerca de la comida en nuestra época
Nosotros no vivimos en la época de Adán, ni en la de Noé, tampoco en la época de Moisés. Entonces ¿Qué ley acerca de la comida debemos cumplir?
Hch. 15: 28-29 “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.”
Nosotros vivimos en la época del Nuevo Testamento. Por lo tanto debemos seguir esta enseñanza. Relacionando las palabras de Apocalipsis 22 respecto de no añadir ni quitar de la palabra de Dios, podemos ver que hechos dice “no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”, es decir, a esto necesario no le debemos añadir ni quitar.
Por lo tanto, nosotros, en esta época, podemos comer de todo exceptuando lo sacrificado a ídolos, sangre y ahogado. Este es el mandamiento acerca de la comida para nosotros.
En muchos países la carne se obtiene por medio de compras en mercados o supermercados, por lo que no podemos estar seguros de como murió el animal. Pero Dios quien sabe todo desde el principio (Is. 46:10), nos enseñó también lo siguiente.
1 Co 10: 25-28 “De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia… Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis…”
¿Qué pasaría si nos aferramos a las palabras del pasado? Si nos aferramos a las palabras de alguna de las épocas anteriores, solo porque se asemejan o coinciden con nuestro propio pensamiento o preferencias, es desobedecer la palabra de Dios. Nosotros, podemos comer según lo que deseemos, siempre que obedezcamos la voluntad de Dios para nuestra salvación.
Para la misma comida, a veces Dios permitió comerla y otras veces no. Por eso, no tiene relación directa con el alimento en si. Por ejemplo, el cerdo fue prohibido en la época de Adán, pero podía comer en la época de Noé. Fue prohibido nuevamente en la época de Moisés y ahora es nuevamente permitido. Pero ¿ha dejado el cerdo de ser cerdo en alguna de las épocas? No, es solamente que Dios observa la obediencia de su pueblo por medio de su palabra dada en cada época. Por lo tanto, nosotros simplemente, debemos comer lo que Dios nos permitió en esta época y no comer lo que Dios no ha permitido para nosotros.
Doctrinas que mandan abstenerse de comidas
Algunas doctrinas en la actualidad, toman alguna de las enseñanzas de la biblia, ignorando la época en la que estas fueron dadas y las adoptan como una forma de “ser salvos” y la promueven como una forma de acercarse a Dios. Sin embargo, Dios dejó la advertencia clara respecto de estas doctrinas que prohíben ciertos alimentos que nunca han sido prohibidos por Dios en la época en la que nosotros vivimos.
1 Ti . 4: 1-3 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.”
Estas doctrinas de demonios nunca podrán guiarnos a la salvación. Es por eso, que si nosotros vemos una iglesia que cumpla la palabra “prohibirán casarse” o “mandarán abstenerse de alimentos” debemos recordar rápidamente esta advertencia de Dios y no seguir sus enseñanzas. Por ejemplo, doctrinas como el vegetarianismo relacionado con una “pureza” es solo el pensamiento de los hombres que han dejado la voluntad de Dios para seguir su propia opinión. No es que los vegetales sean malos en si mismos, pero insistirlo en el vegetarianismo como una forma de alcanzar la salvación es incorrecto porque Dios mandó esto a Adán y Eva.Esto es tan ilógico como decir que podríamos no usar ropa, igual que Adán y Eva.
Dios solamente está distinguiendo a su verdadero pueblo por medio de su fe. Una fe absoluta es la que está dispuesta a obedecer la palabra dada por Dios, en la época correspondiente. Por lo tanto, si queremos alcanzar la salvación debemos vivir sin añadir y sin quitar a su palabra y obedecerla tal como Dios la dio para nosotros en los tiempos del Nuevo Testamento. De esta forma, no participaremos de la doctrina de demonios y nos podremos convertir en el santo pueblo de Dios que entre finalmente al reino de los cielos.